Renacimiento

La pintura renacentista abarca el período de la historia del arte europeo entre el arte de la Edad Media y el barroco. La pintura de esta época está relacionada con el «renacimiento» de la antigüedad clásica, el impacto del humanismo sobre artistas y sus patronos, nuevas sensibilidades y técnicas artísticas y, en general, la transición entre el periodo medieval y los comienzos de la Edad Moderna.


Características generales de la pintura renacentista

La pintura renacentista se distingue por el abandono definitivo de los realces y dorados, por la predilección por los lienzos sin tabla y por la adopción casi exclusiva de la pintura al óleo, salvo las decoraciones murales al temple y al fresco.
La historia moderna de la pintura se inicia con los aportes de los maestros del Renacimiento. Florencia y Roma durante los siglos XV y XVI son la cuna de dicho movimiento que establecerá a través de la perspectiva, la proporción, la anatomía y el descubrimiento y uso del óleo, una manera de pintar realista que no se había dado antes.

El Renacimiento surge en Italia y se va extendiendo progresivamente por Europa, con mayor o menor calado, según los países. Surgieron innumerables centros o escuelas de pintura, sobre todo, en Italia, influyéndose mutuamente unas en otras a pesar de sus divergencias.

Pintura renacentista italiana



Italia fue el foco primero y principal del Renacimiento en todas sus manifestaciones, del siglo XV al XVI. 
  • La pintura del Quattrocento comprende su primera fase y la obra de Fra Angelico y Masaccio, crearon una nueva sensibilidad, totalmente ajena al gótico. Logra la sensación de espacio a través del uso metódico de la perspectiva lineal, como puede verse en la Trinidad de Santa María Novella (h. 1420-1425). Esta investigación sobre la geometría y la matemática fue seguida por Paolo Ucello, Andrea del Castagno y Piero della Francesca y Fra Filippino Lippi. La siguiente generación de artistas florentinos logró un mayor refinamiento: Benozzo Gozzoli, Domenico Ghirlandaio y, sobre todo, Sandro Botticelli.

Algunas obras de Sandro Botticelli

        



  • La segunda fase del renacimiento italiano es el Cinquecento, en el que destacan los tres grandes nombres de la pintura renacentista: Leonardo da Vinci, Rafael y Miguel Ángel, cuya prodigiosa labor en la Capilla Sixtina constituye una de las obras cumbres del Renacimiento.


Algunas obras de Miguel Ángel

     



 Destacan las escuelas de Florencia, Umbría, Padua, Ferrara y Venecia.



Pintores tratados de forma individual

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