Pinturas Románicas

Se llama pintura románica en conjunto a la desarrollada en Occidente desde la invasión de los bárbaros hasta mediados del siglo XIII en que empezó la así llamada gótica. Pueden distinguirse en ella varios estilos a semejanza de la arquitectura, destacando los siguientes:

  • El de imitación bizantina, que en Italia se llamó italo-bizantino.
  • El carolingio, principalmente desarrollado en Francia.
  • El visigodo y mozárabe en España.
  • El románico propiamente dicho.


El estilo de imitación bizantina y el románico (éste únicamente en los siglos XI, XII y primera mitad del XIII) se manifiestan en cuadros murales, miniaturas y mosaicos. Pero los estilos restantes son propios de miniaturas o iluminaciones de códices ya que han desaparecido las demás obras de los mismos. 


1. Estilo de imitación bizantino o italo-bizantino.
Posee las cualidades nobles y los vicios radicales del estilo que imita y de tal modo los retiene que muchas de sus obras podrían pasar perfectamente como bizantinas pues sólo leves diferencias las separan de ellas. Se desarrolló principalmente en Italia. 


2. Estilo carolingio.
Conocido sólo en miniaturas de su época. Se distingue por el uso frecuente de fondos purpúreos y de aplicaciones de oro y plata en los dibujos y por la adopción de magníficos motivos arquitectónicos para decorar también (por el procedimiento a la aguada) los libros o códices, adopta asimismo varias figuras muy poco afortunadas en el dibujo.


3. Estilo visigodo
El estilo visigodo en el arte de la miniatura aunque no bien conocido debió ser como su continuador y heredero el mozárabe en España el cual se caracteriza por sus colores vivos y hasta chillones sobre el amarillo intenso; por sus figuras de bárbaro e infantil dibujo y, a veces, de gusto caligráfico; por sus animales fantásticos, sus letras de adorno hechas con figuras humanas, sus motivos arquitectónicos de arcos en herradura y sus caprichosos entrelazados y demás dibujos ornamentales geométricos, imitando obras irlandesas y carolingias.


4. Estilo románico
El estilo románico propiamente dicho conserva alguna tradición romana aunque muy degenerada y participa más o menos de las influencias bizantinas y de las septentrionales. Sin embargo, no refleja una intención decidida de imitar o copiar los modelos de Constantinopla en lo cual se diferencia del estilo italo-bizantino. Se manifiesta principalmente en la decoración de muros interiores de iglesias, en pinturas de frontales de altar, en miniaturas o iluminaciones de códices, alguna vez en mosaicos de pavimentos, esmaltes para decoraciones del mobiliario y en algunas vidrieras de colores que empiezan a usarse en su época desde finales del siglo X.

Se caracteriza la pintura románica por el escaso estudio de la naturaleza que revelan sus figuras, por la seriedad y uniformidad de los rostros en la forma humana, por la simétrica plegadura de los paños, por las violentas actitudes que se dan a los personajes al representar una escena y el rígido hieratismo cuando las figuras no han de expresar acciones, por sus contornos demasiado firmes o acentuados y, en fin, por la falta de perspectiva que ofrece la composición en conjunto.

Los procedimientos generalmente seguidos fueron el temple y el fresco para cuadros y decoraciones murales, el temple y la aguada en la pintura sobre tabla y la aguada o acuarela (en éstas y en las tablas con aplicaciones de oro) para las iluminaciones de códices. En la pintura sobre tabla era bastante común el recubrir la superficie con un lienzo pegado a la misma sobre el cual se aplicaban algunas manos de fina escayola y se trazaban en ésta para fondo del cuadro ciertos surcos o rayitas e incluso dibujos en relieve y luego se pintaban las figuras que en muchos puntos aparecen también con resalto.

Pinturas murales
No abundan en verdad las pinturas murales románicas que, salvando las vicisitudes de los tiempos han llegado íntegras hasta nosotros. Pero los numerosos restos que se han ido descubriendo en nuestra época revelan haber sido muy común la pintura para decoraciones murales en las iglesias románicas. 

Pinturas románicas

Santa Cruz de Maderuelo. "La creación de Adán"



Bagüés. "Escenas de la vida de Cristo en los muros laterales"




Bagüés. "El Calvario"



Catedral de Anagni. "Cristo en la Jerusalén celestial"



Catedral de Anagni. "El martirio de San Juan"



Catedral de Canterbury. "Ángeles que rodean a Cristo en la Gloria"



Chateau-des-Moines. "Conjunto del ábside"



Chateau-des-Moines. "Los santos cluniacenses"



Cristo bendiciendo



El profeta Amos



Friso con corazones entrelazados



Friso con grifos enfrentados



Frontal de la Virgen de Avià



Frontal de Santa Margarita de Sescorts



Hildesheim. "Eva"



Lambach. "La historia de Herodes"



Saint-Savin-sur-Gartempe. "Conjunto de las pinturas de la cripta"



Saint-Savin-sur-Gartempe. "Historia de Noé"



San Clemente de Taüll. "El Pantocrátor"



San Clemente de Taüll. "Parábola del pobre Lázaro a la puerta del rico Epulón"



San Isidoro de León. Panteón de los Reyes. "La Anunciación a los pastores"



San Isidoro de León. Panteón de los Reyes. "Pinturas de la cripta"



San Juan de Ruesta. "Conjunto de las pinturas del ábside



San Justo de Segovia. "El pecado original"



San Pietro al Monte. "Grupo de ángeles de la capilla Norte"



Sant Pere del Burgal. "La donante, con un cirio en la mano"




Sant Pere del la Seu d'Urgell. "Dos apóstoles"




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